martes, 16 de septiembre de 2008

Los negociadores llegan a un preacuerdo marco para salvar Alitalia

ROMA (AFP) - La negociación de última hora para salvar Alitalia permitió que los sindicatos confederales italianos aceptaran un primer documento en la noche del domingo al lunes, pero ese preacuerdo deshizo la unidad sindical y fue denunciado por los pilotos y el personal de navegación de la aerolínea.
El acuerdo marco aceptado por las cuatro confederaciones (CGIL, CISL, UIL y UGL) fija la plantilla de la nueva Alitalia en 12.500 personas: 1.550 pilotos, 3.300 azafatas y sobrecargos, 7.650 técnicos, empleados y dirigentes, según la agencia Ansa.
Este primer documento se circunscribe al plan industrial de reactivación de la nueva compañía, pero no solventa el problema del contrato colectivo único que propone la CAI (Compañía Aérea Italiana), la alianza de compradores de Alitalia, rechazado de plano hasta por el conjunto del personal.
El examen de esta cuestión espinosa fue pospuesto para una nueva reunión prevista la mañana del lunes también a nivel confederal. Los cinco sindicatos no firmantes (SDL, ANPAC, UP, ANPAV y AVIA) rechazaron de inmediato el acuerdo en un texto común que lo tilda de "inútil y provocador" y considera que "no representa a los trabajadores de Alitalia".
Estos cinco sindicatos autónomos o representantes del personal de Alitalia esperaron en vano toda la noche del domingo al lunes ser convocados a una reunión anunciada en el Ministerio de Trabajo para estudiar las nuevas propuestas de la CAI. Durante ese tiempo, los sindicatos confederales se encontraban reunidos en otro edificio del Ministerio con la CAI y con varios ministros del Gobierno de SILVIO BERLUSCONI.
En esa reunión se gestó la aprobación, mediada la noche, del documento sobre el acuerdo marco. Dicho acuerdo representa un "primer paso importante para salvar Alitalia", declaró Raffaele Bonnani, secretario general confederal de la CISL, al termino de la reunión.
Una primera noche de negociaciones tripartitas del sábado al domingo permitió lograr ligeros avances. Según el diario italiano Repubblica, los inversores aumentaron en 100 millones de euros su oferta para que los empleados acepten los nuevos contratos de trabajo.
El jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi, se involucró personalmente en las negociaciones con la intención de lograr a toda costa un acuerdo entre sindicatos e inversores que permita conservar una compañía aérea nacional. Una quiebra de Alitalia sería "un desastre para todo el país". Berlusconi también acusó a la izquierda de estar detrás "de los comportamientos irrazonables" de los empleados de la compañía.
Alitalia malvive gracias a un préstamo estatal y se encuentra al borde del abismo, bajo la amenaza incluso a corto plazo de no poder garantizar todos sus vuelos por falta de dinero para carburante. Participada en un 49,9% por el Estado, Alitalia, que pierde tres millones de euros diarios, se declaró insolvente y fue puesta bajo administración extraordinaria el 29 de agosto.
Su quiebra sería un gran revés para el Gobierno de derechas de Berlusconi, que prometió encontrar inversores italianos para salvar la compañía tras el fracaso del intento de la franco-holandesa Air France-KLM en abril debido a la hostilidad de los sindicatos de Alitalia.

No hay comentarios: